Es una serie de ilustraciones realizadas en tinta negra que exploran la relación entre la naturaleza, la arquitectura y el trazo manual. Cada imagen está construida a partir de líneas delicadas y repetitivas que, como hilos invisibles, van tejiendo montañas, árboles, caminos y estructuras habitadas o solitarias.
La técnica de plumilla permite transmitir la textura del entorno —el movimiento del viento entre los árboles, la solidez de una roca, la serenidad de una montaña— a través del ritmo y la dirección de las líneas. Sin color, sin ornamento, las composiciones invitan a una contemplación pausada, donde la luz y la sombra emergen únicamente del dibujo.
Este proyecto nace del deseo de representar el paisaje no solo como un lugar físico, sino como una experiencia interior: un territorio de calma, introspección y equilibrio.


Paisaje 18


Cabaña


Flor sencilla


Plataformas


Tulipanes


Aislado


Intemperie


Train Lanscape


Monte Fuji


Paisaje 19


Pinos


Golden Gate


Tres Flores


Montañas